Desde que nacemos, todos tenemos hábitos y prácticas inherentes a cada uno. Ya sea por motivos fisiológicos o por simple manía, hay gestos que no podemos evitar. Al nacer, todos los bebes adquieren costumbres que realizan de manera inconsciente. Uno de esos hábitos, importante para el desarrollo del niño, es el de llevarse a la boca todo lo que pueden. Es una forma de conocimiento.
El chupete es un método utilizado frecuentemente por los padres con intención de saciar esas ansias de llevarse algo a la boca. Pero también, es un método que causa ciertas reticencias entre algunos padres, y que optan por dejar que sus recién nacidos se chupen el dedo como método alternativo.
Pero… ¿Qué debo saber sobre cada método?
Algunos padres creen que chuparse el dedo es el mejor de los métodos, ya que es un hábito “natural”. Y aunque esa idea no deja de ser cierta, también es cierto que este método tiene ciertas desventajas.
La curiosidad de los bebés hace que estos sean propensos a tocarlo todo. Las manos de las niñas y de los niños suelen tocar todo tipo de elementos y superficies, muchas de ellas sucias. Esa suciedad suele acumularse en la uñas y en los dedos; y esto supone que esa suciedad pase a la boca de los bebes al chuparse el dedo.
Por otra parte, es más difícil dejar de chuparse el dedo que dejar el hábito de chupar el chupete. Al ser un método “natural”, el bebé considerará esa práctica como algo suyo. Deshacerse del chupete puede resultar dificultoso, pero tras un proceso de adaptación, el bebé aprenderá a vivir sin él. En cambio, es mucho más complicado si se trata del dedo, ya que al utilizar una parte de su cuerpo, es mucho más difícil controlar sus movimientos y actitudes. Esto puede acarrear un problema a lo largo del proceso del crecimiento de la persona, tanto física, porque el paladar y el dedo se deforman, como psicológicamente, por la inseguridad y dependencia que se crean. Además de problemas fonéticos y de pronunciación.
Chuparse el dedo también puede derivar en la costumbre de morderse las uñas, con todos los inconvenientes que esto acarrea.
Otros padres prefieren el uso del chupete. Este es más fácil, llegado su momento, de retirar al bebe.
Los expertos recomiendan limitar el uso del chupete ya que puede interferir en la lactancia. EL bebé se puede acostumbrar a succionar de una determinada manera.
El uso del chupete, por otra parte, supone el tener que mantener una higiene más cuidadosa. Antes de cada uso conviene limpiarlo, ya que gérmenes y bacterias han podido acumularse mientras el bebé no hacía uso de él.
Los chupetes estén diseñados para garantizar una seguridad óptima, pero ha habido algún raro caso en los que la parte de plástico del chupete se ha desprendido causando situaciones de riesgo.
El uso prolongado en el tiempo del chupete puede causar de igual manera que el hábito de chuparse el dedo, trastornos tanto psicológicos como en el desarrollo del paladar.