¿Quién nos iba a decir que un dolor de espalda puede estar relacionado con la boca? Así es, la postura corporal afecta directamente a la posición de la cabeza que, al mismo tiempo, se encarga de la posición de la mandíbula. Por lo tanto, un mal funcionamiento de la mandíbula puede derivar en molestias y alteraciones en la postura corporal.
Un dolor de espalda no siempre tiene porque estar unido a un problema en la columna. Síntomas como mareos, dolores musculares, dolor de oído y pérdida del equilibrio pueden ser por culpa de trastornos en el funcionamiento oclusal.
Muchas personas tratan de solucionar su problema de espalda, cuello y lumbares en los masajistas. Parece que el dolor se ha solucionado tras unas sesiones de masajes, pero pronto vuelven a aparecer los mismos síntomas. En gran parte de los casos, la raíz del problema está en la boca. Es entonces cuando para solucionar el problema se requiere de un trabajo de equipo que incluye a un dentista además de a un fisioterapeuta.
La persona puede detectar este problema si tiene una mordida cruzada, uno de los hombros está más caído respecto al otro, la cabeza desplazada hacía delante o hacía un lado si se encuentra derecho, dolores de oído al abrir la boca… Otros motivos que originan esta disfunción son la ausencia de dientes, la costumbre de rechinar y apretar los dientes al dormir o durante el día (bruxismo), morder bolis o una maloclusión dental.
Por lo tanto una correcta oclusión y la utilización de férulas de descarga pueden ayudar a tratar dolores de espalda y para ello se requerirá de un trabajo en equipo entre fisioterapeutas, entrenadores personales y odontólogos.