El seno maxilar es un tema que en los últimos años ha ido ganando especial popularidad, interviniendo en muchos procedimientos dentales y estéticos. No obstante, para algunos aún resulta un tanto desconocido. Por eso, hoy vamos a aclarar un poco de qué trata.
¿Qué es el seno maxilar?
Se trata de 2 cavidades que conforman a su vez los senos nasales de la cara. Son de buen tamaño y suelen tener forma parecida a una pirámide.
Están situados a cada lado de la cara, específicamente en los huesos maxilares superiores, de ahí su nombre. Suelen estar recubiertos de mucosa, por lo que cuando se desarrolla una infección, es cuando se presenta lo que se conoce como sinusitis, que no es más que una inflamación de los huesos del cráneo.
Ahora bien, la elevación del seno maxilar.
¿En qué consiste la técnica?
La elevación del seno maxilar se ha ido convirtiendo en los últimos años en una de las técnicas odontológicas de implantación quirúrgica más populares pero sobre todo versátiles a la hora de poner implantes de dientes.
En primer lugar, es necesario destacar que solo se usa cuando el paciente no cuenta ni con el volumen óseo ni mucho menos la altura en el lado posterior del maxilar.
Con esta elevación, se puede aumentar de forma exponencial la cantidad de hueso que está disponible en zonas donde el paciente no cuenta con esa capacidad, facilitando la sujeción de los implantes.
¿Cuándo se realiza?
No existe un patrón específico. Todo dependerá del cuadro de cada paciente en particular. Muchas veces, después de un injerto de hueso para colocar implantes, se puede realizar inmediatamente la elevación, aunque existen otros casos donde es necesario esperar hasta medio año. El odontólogo es el único con la capacidad de determinarlo.
Ahora bien, ¿y los quistes?
Los senos maxilares, como ya hemos dicho, están situados dentro de los senos paranasales. Ahora, un quiste como es sabido por todos, es una especie de protuberancia de menor tamaño que se puede formar en las cavidades de los pómulos, ya sea por líquidos u otras sustancias que bloquean los conductos.
Los quistes pueden formarse en cualquier lado de la cara o incluso en ambos, conocidos como bilaterales.
Principalmente son tres los tipos de quistes:
- No secretorios: Se trata de una simple inflamación del tejido que puede derivar en una alergia o infección.
- De retención mucosa: Por el contrario, a los anteriores, son secretorios. Es decir, que obstaculizan el conducto de una glándula que cuenta con un líquido de tipo viscoso. Una vez se rompe la capa que los recubre, infecta a los tejidos que están a su alrededor.
- Mucoceles: Con retención y secreción mucosa, son benignos. Suelen encontrarse de manera casual en diferentes estudios de tipo radiológico, aunque no suponen un problema grave.
Los quistes que se forman en los senos maxilares suelen ser benignos y con muy bajas o nulas posibilidades de que se conviertan en algo maligno. No obstante, es conveniente consultar siempre al especialista.