Un descanso de calidad es necesario para tener una vida sana, activa y completamente enérgica. El sueño es tan importante como la buena alimentación y el ejercicio. Por desgracia, algunas personas padecen de apnea del sueño y esto les impide tener un estilo de vida normal.
Los síntomas de esta enfermedad aparecen mientras se duerme. Son interrupciones de la respiración que ocurren varias veces en la noche. Es una patología relacionada con enfermedades coronarias e ictus cerebral. Ocasiona terribles efectos secundarios y daña órganos vitales.
¿Cómo tratar la apnea del sueño?
La apnea del sueño es una patología que tiene cura y puede ser eliminada completamente. Aquí algunos de los tratamientos y medidas de prevención más efectivos para dormir bien toda la noche y sin interrupciones.
Estilo de vida saludable
Mantener una vida física activa ayuda a aliviar la apnea. Se recomienda de 30 a 40 minutos de ejercicio diario. Lo ideal es que sean rutinas de bajo impacto como caminatas, yoga o natación. De esta forma, se mejora la respiración y el cerebro libera sustancias que relajan el sistema nervioso y respiratorio.
Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco es aconsejable. Estos pueden obstruir las vías respiratorias y aumentar los síntomas de la apnea del sueño.
Algunas personas requieren bajar de peso, el exceso de grasa corporal también puede ocasionar atascamiento en las vías respiratorias. Lo más acertado es ponerse en control con un nutricionista y controlar los malos hábitos alimenticios.
Correcta postura al dormir
La apnea del sueño puede incrementarse por una mala postura al descansar. Se recomienda dormir de lado o boca abajo y evitar hacerlo boca arriba. Cuando dormimos sobre nuestra espalda podemos presionar los pulmones. También puede haber ahogamiento con la lengua o amígdalas que bloquearían el paso del aire.
Mientras duermes, es normal que busques estar sobre tu espalda. Para evitar esto, podemos utilizar almohadas que impidan que te coloques boca arriba nuevamente. También existen dispositivos electrónicos especiales que vibran cuando detectan una postura errónea.
Tratamiento con mascarilla
Gracias al avance de la medicina, hoy en día hay mascarillas nasales o nasobucales para aliviar la apnea. Se utiliza todas las noches o cada vez que quieras descansar. Es una mascarilla conectada a un tubo que transporta corrientes de aire, que ayudan a mejorar la respiración. De esta forma se evita que el sistema respiratorio se colapse.
Ejercicios de respiración
Este es un tratamiento para pacientes que no poseen síntomas graves. Se recomienda realizar ejercicios de respiración y control pulmonar. Pueden ser desde inflar globos, tararear vocales a expulsar aire por la boca. Ayudan a tonificar los tejidos blandos de la garganta y también, mejora la salud de los pulmones y bronquios.
Intervenciones quirúrgicas para la apnea
Algunos pacientes requieren de intervenciones quirúrgicas. Estas las realizan los otorrinos. Suelen realizarse cuando se presentan anomalías y deformidades en las vías respiratorias. Pueden ser desviación de vías nasales, tabique curvado, pólipos en los senos paranasales o falta de tejido.